¿Cómo afectan los tratamientos a mi imagen?
Los efectos secundarios de los tratamientos no sólo afectan al cabello y al vello de determinadas partes del cuerpo, sino que además afectan a la piel: facial, corporal o del cuero cabelludo.
Como consecuencia de los efectos secundarios de los tratamientos de quimioterapia se produce esencialmente una profunda deshidratación, y debido a ella un gran aumento de la sensibilidad.
En algunos casos, se produce un desequilibrio entre el aporte de líquidos y la eliminación de los mismos, con el consiguiente efecto de una hiperhidratación (exceso de hidratación e hinchazón).
Pueden aparecer manchas, prurito (picor), acné, enrojecimiento y en casos extremos, el levantamiento de la piel hasta producir una herida (por roce o frotamiento).
Todos estos efectos, junto con una muy probable pérdida del cabello y de vello facial en cejas y pestañas se pueden sumar a tu bajo estado de ánimo y hacerte sentir que las fuerzas flaqueen aún más.
Prevenir es posible
Aunque no se puede hablar de un resultado satisfactorio en el 100% de los casos, el diagnóstico rápido y la inmediata acción de prevención hacen que algunos problemas se minimicen, y otros se lleven mucho mejor.
Cualquier mejoría que pueda parecer trivial, en el aspecto estético no lo es, pues es la diferencia de sentirse cómoda o no, animada o no, positiva ante la enfermedad o negativa.
Ahora más que nunca, no puedes abandonarte. Y es necesario que trates adecuadamente tu piel, aplicándote los productos apropiados en cada caso.
Precisamente por el carácter temporal de los tratamientos y por la "memoria " que tiene la piel, no todo es recuperable, y es mejor prevenir. Y aunque durante todo el proceso de quimioterapia, estarás centrada en el aspecto médico, no debes olvidar que una vez acabado éste, quedarán unas huellas que podrían haberse evitado.
Adelantándote a los cambios
Aunque más adelante nos extenderemos en estos aspectos sobre la piel y el cabello hay que recordar que la pérdida del cabello total o parcial es común en el 90% de los casos. Si se prevé esta situación, no puedes hacer nada para evitar perderlo, pero sí puede ayudarte evitar presenciar la caída y ante todo, tienes la posibilidad de tratar de reconstruir tu imagen con la amplia posticería existente en el mercado, para que la imagen sea la tuya o decidirte a aceptar tu imagen sin cabello, pero no por ello menos bella.
Es posible que al tener un buen aspecto físico (buen color de piel, hidratación, sensación de frescor...) afrontes con más decisión y fuerza el tratamiento oncológico y se supera con mayor facilidad.
Hay que tener siempre presente que estás viviendo una situación temporal, más o menos larga pero temporal.
Todas las dudas que te surjan debes tratar de resolverlas con tu médico. No dudes en consultar con él todas aquellas cuestiones referentes a la enfermedad así como sobre los tratamientos.
Es frecuente, por otro lado, que el médico no trate los aspectos estéticos implicados en los tratamientos. De forma general, te hablará de una caída o no del cabello y quizás de algún otro efecto estético secundario. Lo ideal es recibir este soporte estético en un centro especializado para que allí se resuelvan todas estas dudas.